Aplicación del Mortero
De Construmatica
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Aplicación del Mortero
La colocación del producto puede realizarse, tanto en interior como en exterior, mediante dos técnicas denominadas a buena vista y maestreado:
- A buena vista: Esta forma de colocación se caracteriza por ser el criterio del aplicador el que establece la planeidad del producto aplicado en función del estado del paramento.
- Maestreado: Las maestras son bandas de mortero de pequeña anchura, ejecutadas de modo que sus caras se hallan contenidas en un mismo plano, vertical u horizontal.
Sirven de referencia para el relleno final y determinan la planeidad del revestimiento.
Igualmente, existen dos formas de aplicación, manual y mecánica (denominada normalmente proyectado):
- Manual: El mortero fresco se extiende de manera manual con la ayuda de una llana para posteriormente ser regularizado.
- Mecánica: Los morteros son amasados mecánicamente y aplicados mediante una máquina de proyectar, para ser posteriormente regularizados de forma manual.
- Colocación de guardavivos
Previamente a la aplicación del mortero es recomendable la disposición de los guardavivos.
Son elementos que se colocan en las esquinas salientes que forman los paramentos verticales, y protegen las aristas de los revestimientos de mortero contra golpes, roces u otras acciones similares.
Pueden ser de chapa de acero galvanizada de espesor 0,6 mm, cuya sección está formada por un cuerpo central, que forma el vivo de chapa lisa y dos bandas laterales de la misma chapa, perforada o desplegada 30 mm a uno y otro lado para permitir su unión al soporte.
Los guardavivos pueden ser también de plástico, y suelen utilizarse con una longitud de 2 m aproximadamente, siendo esa altura la de la zona más expuesta.
Es recomendable que el ángulo de las alas de los guardavivos no exceda de 90º.
Preparación de juntas
Cabe diferenciar dos tipos de juntas:
- Juntas estructurales
En este caso, el revestimiento debe interrumpirse obligatoriamente al nivel de las juntas estructurales para que no le sean transmitidas las tensiones que allí se generan; de lo contrario podrían aparecer fisuras, grietas e incluso desprendimientos.
- Juntas de trabajo
Además de respetar las juntas estructurales, deberán establecerse juntas de trabajo para facilitar la aplicación y eliminar empalmes. La separación máxima recomendada entre juntas de trabajo es la siguiente:
- - Distancia vertical entre juntas horizontales: 2,5 m.
- - Distancia horizontal entre juntas verticales: 7 m.
No obstante, en casos especiales y adoptando las precauciones debidas, podrán realizarse paños de mayor superficie.
La ejecución de despieces y juntas se efectúa antes de la aplicación del revestimiento, mediante la colocación de junquillos de plástico o aluminio en el lugar requerido; una vez fraguado, se levanta el junquillo.
En el caso de utilizar perfiles de aluminio para marcar los despieces, estos perfiles deberán estar lacados o protegidos convenientemente.
El marcado de estas juntas puede realizarse de dos formas:
- - 1) Antes de la colocación del revestimiento se extiende el material en una banda de 4-6 cm de ancho y 10-16 mm de espesor, sobre la que se asienta el junquillo. Una vez terminado el revestimiento, se retira el junquillo, quedando marcada la junta, que tendrá un espesor mínimo de 8-10 mm.
- - 2) Se clava el junquillo directamente sobre el soporte. Una vez finalizado el revestimiento, se levanta el junquillo y se procede a rellenar la entrecalle abierta con la pasta en un espesor de 8-10 mm.
Colocación de malla
Deben colocarse mallas en zonas tales como uniones entre distintos materiales, forjados, pilares, cajas de persianas, y en puntos donde se concentran tensiones, como en los ángulos de los marcos de puertas y ventanas, etc.; principalmente para evitar fisuras. La malla debe cubrir cada lado de la unión unos 20 cm como mínimo, y en los ángulos mencionados la malla se coloca en diagonal en trozos de 20 x 40 cm.
La malla se colocará centrada en el espesor del revestimiento, ni demasiado próxima al soporte ni demasiado superficial, en este último caso porque podría quedar al descubierto durante la ejecución del acabado raspado.
Amasado de mortero
Deben seguirse las instrucciones del fabricante del mortero.
Siempre deberá utilizarse el mortero dentro del tiempo de utilización. Conviene tener en cuenta que, incluso dentro de ese tiempo, efectuar amasados frecuentes del mortero e incorporar agua al mismo se traduce en mermas considerables de sus resistencias mecánicas.
Una vez transcurrido el tiempo de uso, deberá desecharse el mortero sobrante.
Aplicación de las capas
El espesor óptimo de raseo debe estar entre 10 y 20 mm, en ningún caso será inferior a 10 mm. Para espesores superiores, el trabajo debe realizarse en dos veces, colocando una malla resistente a los álcalis en el centro del espesor del raseo, pero nunca superando los 40 mm totales de espesor.
Cuando el mortero se aplica de modo manual, el producto se extiende con llana.
Es recomendable inicialmente dar una mano fina bien apretada sobre el paramento a revestir, y una segunda mano que complete la carga. Al obrar de esta manera, se asegura la correcta unión entre el mortero aplicado y el paramento.
Cuando se aplica de forma mecánica, el mortero se proyecta contra los paramentos y techos mediante la boquilla de una manguera, por la que se lanza la pasta de mortero desde la máquina de proyección. El prolongado tiempo de empleo de los morteros de proyección permite su aplicación en paños mayores.
En ambos casos, una vez extendido el mortero, se procede a regularizar y alisar la superficie mediante una regla hasta completar la planeidad.
Acabado
El acabado final puede variar en función de criterios estéticos, pudiendo ser liso, rústico, tirolesa, raspado,…