Cerramientos Horizontales Inferiores: La Solera

	Nota: Este artículo ha sido creado y revisado gracias al Profesor Zamora - ESTAV (UPC) en el marco del Programa de Especialistas de la Construpedia.

La solera, a pesar de tratarse de un elemento constructivo oculto, es la responsable de asegurar la compatibilidad entre el revestimiento de acabado (pavimento) y el soporte (forjado o base natural), y de garantizar que finalmente el conjunto horizontal formado por los tres proporcione el nivel de confort, seguridad y durabilidad exigidos.

Como resultado de las exigencias que se plantean actualmente en las soleras, se han producido muchas innovaciones, algunas de las cuales pueden ser incorporadas en la vivienda social.

A - Desolidarizar los pavimentos, colocados habitualmente directamente sobre la base de hormigón, mediante la interposición de capas de baja rigidez (arena, áridos ligeros, espumas elastificadas) que mejoren el comportamiento a ruido de impacto a la vez que regularizan la planeidad deficiente. Son preferibles los más delgados porque no se resienten la base de soporte del futuro pavimento (habitualmente rígido).

B - Impermeabilizar el suelo de baños, cocinas y lavaderos para evitar el deterioro del techo resistente por acción de la humedad. El aumento del grueso que eso supone puede compensarse con la utilización de pavimentos de acabado más delgados (cerámicos).

C - Aislar térmicamente los techos para evitar escapes de calor entre viviendas.

Sistemas para Forjados

Sistemas Adosados

A - Como la evolución de los techos estructurales se separa cada vez más de la de los pavimentos de acabado es necesario colocar capas intermedias niveladoras, que a la vez garanticen el buen comportamiento de ambos con respecto a esfuerzos rasantes y de flexión.

B - La medida ajustada de los espacios en la vivienda social no hace necesario la colocación de mecanismos de las instalaciones en el suelo, pero si de recorrido. Sin embargo el grueso de los pavimentos actuales puede hacer posible el empotramiento en el pavimento de "latas" vacías (perfil de pvc, acero o aluminio) que permitan el paso de instalaciones filares.

Sistemas Flotantes

Estos sistemas no eran de aplicación directa en la vivienda social, porque los sistemas flotantes tradicionales lo eran por apoyo encima de latas o suelas de madera, técnica adecuada, sin embargo alejada del coste y calidad del entorno a la vivienda social.

La generalización de los plásticos espumados flexibles y de los granulares ligeros ha permitido disponer de unas bases continúas, económicas, fáciles de instalar, susceptibles de proporcionar un buen apoyo en la solera flotante.

Estos sistemas de apoyos específicos permiten alojar alguna instalación por el suelo, nivelar y desolidarizar del forjado, al tiempo que mejorar el aislamiento térmico y acústico del conjunto, alcanzando un pavimento fácil de desmontar (reversible).

Sistemas Elevados

Ahora no son de aplicación directa en la vivienda social porque la intensidad de uso (instalaciones) y el tipo de usuario no lo aconsejan. Sin embargo en el proceso de evolución de este tipo de soleras es de prever que eso cambiará y se dispondrá de sistemas más simples y ligeros.

Eso es así porque en los suelos elevados, si hacemos abstracción de su registrabilidad, son los más óptimos desde el punto de vista de la nivelación, el tratamiento del ruido de impacto y el aislamiento térmico al incorporar la menor masa posible. Además, para el tipo de instalaciones de la vivienda, el tráfico inferior ha sido siempre el más económico.

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