Guardapolvos

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Elemento constructivo de material compuesto

Guardapolvos de una sola pieza y ligero. En el siglo XIX, especialmente en el sur de España, con la introducción del neoclasicismo, casi no se dejó hueco de ventana o balcón sin recuadrarlo con el típico guardapolvo. Es un elemento constructivo que ha perdurado con el paso del tiempo y evoluciona con los nuevos materiales.

Descripción

Tejadillo voladizo que se construye sobre un balcón o una ventana, para desviar el agua de lluvia o para proteger el elemento arquitectónico del polvo, realizado en material compuesto. El uso de composites en elementos constructivos aporta muchas ventajas frente a los materiales convencionales que se emplean en el sector de la construcción, principalmente en lo referente a aligerar peso, sin perder ninguna de sus propiedades mecánicas.

Por esa razón y porque lo permite su proceso de fabricación, se han diseñado guardapolvos monobloque de composites en lugar de hormigón.

Características de la Innovación

El empleo de materiales compuestos en la fabricación de guardapolvos permite obtener una pieza monobloque con la que se gana ligereza respecto al hormigón, debido a su baja densidad, y representa un ahorro de tiempo en su montaje. Esta sustitución de material es posible gracias a las buenas características mecánicas de los composites y a la libertad de formas y acabados que ofrece. Ello hace posible obtener piezas de cualesquiera de los colores RAL (brillo, mate, satinado) y texturas (liso, granulado, etc.). Además, requiere un mínimo mantenimiento y tiene una durabilidad elevada dada su resistencia a los rayos UV y a la corrosión.

Enlaces Externos

• Composites Jareño S.L.