PE-007. Solución de Frentes de Forjados en Cerramientos - Plomada Retirada II
De Construmatica
Nota: Este artículo ha sido creado gracias al Institut Tecnològic de Lleida en el marco del Programa de Afiliados de la Construpedia. El contenido está disponible en el sitio web del Institut Tecnològic de Lleida
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Punto conflictivo
Al replantear los cerramientos de un edificio de varias plantas es probable encontrase con desplomes de forjados que pueden representar conflictos en el momento de construir los muros de cerramiento y derivar problemas funcionales. Es habitual encontrase, al tirar el nivel, que alguno de los forjados se encuentre retirado de la vertical.
Que mirar
Comprobar del grado de desplome existente y, en función del mismo, adoptar la solución más adecuada para garantizar un apoyo suficiente que se adapte a las características e hipótesis de cálculo del muro y los materiales que lo componen.
Si el desplome es muy importante (del orden de la anchura del tocho o superior) se deberá proceder a efectuar un recrecido del canto del forjado disponiendo un nuevo zuncho de hormigón armado.
Cómo hacerlo correctamente
La primera operación es el saneado del canto del forjado. Esta acción será más o menos contundente en función del tipo de encofrado utilizado. Si se ha utilizado un encofrado metálico el acabado será más liso y, por lo tanto, habrá que repicar la capa superficial con el fin de eliminar la acción de posibles productos de desencofrado que podrían impedir la adherencia del hormigón a colocar. En cualquier caso es aconsejable repicar el canto para conferir la rugosidad suficiente y facilitar que el nuevo hormigón sea solidario con el existente.
También se deberá repicar la parte superior del forjado a una distancia no inferior a 1 metro y una profundidad no inferior a 4 cm.
Una vez repicadas las zonas comentadas se procederá a una limpieza profunda de la zona, preferentemente por aspiración, para eliminar el polvo existente.
Encofrada la parte de canto a suplementar y dispuesta la armadura correspondiente, proceder al tratamiento para pintar las zonas repicadas con un producto adecuado para favorecer la adherencia del hormigón viejo con el de nueva factura.
Dentro de los tiempos establecidos por el fabricante del producto de puente de adherencia, rellenar la zona a suplementar con un hormigón de tamaño máximo de árido de 10 mm. Cumplido el tiempo de fraguado proceder a la construcción del muro.
Que evitar
El principal extremo a evitar es el vuelo excesivo de las piezas cerámicas que conforman el muro.
Garantizar que el hormigón de recrecido sea solidario con el resto del forjado de manera que trabaje como un único conjunto.
Causas y consecuencias posibles
Un apoyo insuficiente del muro al forjado predispone condiciones de vuelco y transmisión de sobrecargas en los tramos de los cerramientos inferiores, hecho que comporta flechas no deseadas al forjado que soporta el peso de los cerramientos repercutidos.
Derivaciones
Las cargas trasmitidas acumuladas provocan la aparición del consiguiente mapa de grietas o fisuras.
Posibles soluciones
La solución al problema, una vez acabada la obra, no resulta nada fácil, pues requiere eliminar parte de las piezas que recubren los forjados para poder disponer los perfiles cortos, estratégicamente dispuestos, para descargar y apoyar los muros volados en exceso.
La intervención requiere de andamios integrales y de mano de obra especializada.
Operaciones colaterales
Según el grado de intervención puede requerir de actuaciones en el interior de las estancias. Un aspecto siempre difícil de resolver es la falta de uniformidad cromática del paramento reparado a causa de las piezas cerámicas nuevas colocadas.