Se denomina balasto a la grava o piedra machacada que, formando una capa, se extiende sobre la explanada de una vía ferroviaria para asentar sobre ella y sujetar las traviesas que soportan los rieles o carriles.

Sus funciones son:

  • Facilitar el drenaje de las aguas de lluvia.
  • Amortiguar y repartir uniformemente la acción ejercida por los vehículos sobre la vía, transmitiéndolas a la plataforma.
  • Evitar los desplazamientos de la vía, estabilizándola.
  • Proteger los suelos de la plataforma contra la acción de las heladas.
  • Permitir la recuperación de la geometría de la vía mediante operaciones de alineación y nivelación.

Se utilizan para este fin rocas resistentes a la abrasión y al desgaste químico tales como el basalto o la cuarcita.