Calefacción Ecológica

La calefacción y el agua caliente representan casi los dos tercios del consumo energético de una vivienda.

Cuando están bien diseñados, instalados y mantenidos, los sistemas colectivos de calefacción o de producción de agua caliente sanitaria son más eficientes y más económicos que los sistemas basados en elementos independientes o individuales. Si se utiliza un combustible fósil, es preferible que sea gas natural ya que contamina menos que el gasóleo.

Las calderas de condensación y las de baja temperatura, a pesar de ser más caras que las convencionales (hasta el doble de precio), pueden procurar ahorros de energía superiores al 25%, por lo que la inversión adicional se puede recuperar en un periodo de 5 a 8 años (menos de la mitad de la vida útil de un equipo de estas características). En los sistemas de calefacción central, es obligatoria la instalación de contadores y termostatos individuales. De esta manera cada uno paga lo que consume.


Suelo Radiante

La calefacción por suelo radiante es un método de calefacción por radiación, que utiliza un fluido caloportador, circulando por un serpentín de tubos de polietileno de alta densidad, reticulado por radiación de electrones, empotrados en una placa de hormigón, la cual constituye el emisor de temperatura.

Los tubos son de material termoplástico ( polibutileno con barrera antidifusión de oxígeno o polietileno reticulado con barrera antidifusión de oxígeno).

Aplicaciones como sistema de calefacción total o parcial:

  • En viviendas, tanto individuales como colectivas.
  • En edificios colectivos: oficinas, fábricas, colegios, guarderías infantiles, residencias de ancianos, iglesias, etc.
  • En complejos deportivos: gimnasios, pistas de tenis cubiertas, piscinas, polideportivos, etc.
  • Al aire libre, como anti-hielo en parking, zonas peatonales, rampas de acceso escaleras, etc.


Bomba de Calor

Mediante una bomba de calor se extrae la energía que existe en la tierra, el agua y el aire, suministrando a los edificios una calefacción agradable de temperatura estable. Este sistema de calefacción es también el que más energía economiza. Resulta ideal en zonas costeras, ya que en estos lugares puede utilizarse más provechosamente la energía solar acumulada en el aire ambiental.

En combinación con el fuego de una chimenea o estufa de leña, permite disfrutar una buena calefacción a un precio moderado. Los gastos de mantenimiento y de producción de las bombas de calor son mínimos. No necesitan ni chimenea ni depósitos.

Con un 1 kw/h de electricidad se generan aproximadamente de 4 a 6 kw/h de calor.

El cálculo de la temperatura de funcionamiento es de 35º C (en lugar de los 50-80º C en las calefacciones convencionales) y las amplias superficies de calor en radiadores o calefacción de suelo, evidencian nuevamente un notable ahorro energético.

Ventajas:

  • Máximo rendimiento (según la norma europea EN-255)
  • Gastos de funcionamiento muy bajos y calculables
  • Espacio necesario mínimo (sin chimenea, ni almacén para combustible)
  • Especialmente silencioso
  • Fácil Instalación (posibilidad de ampliación posterior)
  • Deshumedece el edificio de forma efectiva
  • Exento de las subidas de precios de la materia prima
  • Sin riesgo de accidentes
  • Poco mantenimiento

Para la refrigeración natural se emplean bombas de calor de agua o de agua salina. La refrigeración natural actúa de forma silenciosa, en comparación a los sistemas de aire acondicionado, no produce corrientes de aire y el gasto energético es mínimo.


Energía Solar Térmica

La energía solar térmica es una tecnología contrastada e idónea para la producción de agua cliente sanitaria (ACS). También puede ser un complemento interesante como apoyo a la calefacción, sobre todo para sistemas que utilicen agua de aporte a menos de 60º C (tal y como sucede con los sistemas por suelo radiante).


Biomasa

Se denomina biomasa a la sustancia orgánica renovable de origen animal o vegetal.

Ha sido la fuente de energía más utilizada hasta el comienzo de la revolución industrial. A partir del uso extendido de combustibles fósiles el aprovechamiento energético de la biomasa fue menguando progresivamente.

La energía de la biomasa procede de la fotosíntesis: Las plantas almacenan a corto plazo la energía solar en forma de carbono. La biomasa es parte del ciclo natural del carbono entre la tierra y el aire.

Existen muchas fuentes de energía clasificables bajo el concepto de biomasa, así como diversas técnicas para su conversión en energía limpia. Evidentemente, son estas formas modernas de aprovechamiento las que pueden ser utilizadas para la obtención de energía limpia, nada que ver con las formas tradicionales (leña, excrementos, etc.), en muchos casos insostenibles, que todavía se emplean ampliamente en países empobrecidos, y que aún constituyen más del 10% del consumo mundial de energía primaria.

Actualmente presenta un reparto desigual como fuente de energía primaria: mientras en los países desarrollados es la energía renovable más extendida y con mayor difusión, en numerosos países en vías de desarrollo es la principal fuente de energía primaria, lo que promueve, en varios casos, problemas medioambientales como la reducción de la biodiversidad, deforestación, desertización, y otros.

En los últimos años el aumento del coste de los combustibles fósiles y los avances técnicos que han favorecido el desarrollo de la biomasa, han causado que esta fuente de energía renovable comience a considerarse en la industria como una alternativa total o parcial de los combustibles fósiles.


Invernaderos

Invernaderos permiten aprovechar el calor del sol en invierno de manera gratuita. Siempre se debe prever elementos de protección solar para el verano.


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