Microcentrales Hidroeléctricas y Desarrollo. Sistemas Microhidráulicos


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Aprovechamiento Racional de la Energía

La ventaja más importante de las MCH sobre las otras fuentes de energías renovables es que pueden generar las 24 horas del día, a menos que se trate de casos excepcionales de escasez de agua o competencia en el uso del agua.

Las MCH se diseñan para la máxima demanda y generalmente con proyección de un mínimo de 20 años, de modo que en estos sistemas la mayor parte del tiempo se genera mucha más energía que la demandada.

Esto sucede especialmente en la electrificación de pequeños centros poblados, donde normalmente el uso es para alumbrado doméstico, muy pocos artefactos eléctricos muy pequeños y/o servicios locales (molienda de granos, soldadura, carpintería, cargado de baterías, y otros), y alumbrado público.

Este tipo de demandas suele presentar un pico muy elevado durante muy pocas horas del día, entre las 6 pm y 9:30 o 10 pm y el resto del día en consumo es bajo, mientras que la planta sigue generando la misma potencia durante todo el día.

La situación descrita en el párrafo anterior se puede ilustrar con el ejemplo que se ilustra a continuación (Figura 3). Aquí, la planta ha sido diseñada para generar hasta un máximo de 60kW, sin embargo, la población sólo llega a consumir 25kW en horas punta, ( en esta central hay un sobredimensionamiento evidente de potencia, sin embargo, la comunidad hace lo posible por extenderla a otras aledañas para aprovechar mejor su energía) mientras que el resto del día apenas consume unos 5 a 8 kW de potencia.

La planta tiene una regulación manual mediante válvulas que permite generar aproximadamente unos 30kW durante todo el día.

La regulación del voltaje y frecuencia están hechos mediante un regulador electrónico de carga (REC), el cual se encarga de que la población reciba la energía demandada mientras que el resto de la energía es enviada a un sistema de balastro (tanque de resistencias) que calienta agua que luego es enviada al río.

Como en el caso de la población de Conchan (ver más abajo Figura 3), en todos los casos de electrificación de pequeños centros poblados con MCH sucede lo mismo, siempre se generará más energía que la demandada.

Es aquí donde aparece un tema muy importante, el uso de esa energía, y es aquí donde las MCH ofrecen una excelente oportunidad de contribuir a los usos productivos y al desarrollo, ninguna de las otras opciones tiene estas características. En efecto, esta oportunidad no se presenta con ninguna de las otras opciones de generación de energía descentralizada, ya que la energía solar fotovoltaica y la eólica se están disponibles pocas horas al día y a costos mucho más elevados. Los grupos diesel generalmente son poco apropiados por el costo y dificultades para conseguir el combustible.

Sin embargo, para poder hacer un uso eficiente y productivo de la energía no sólo se necesita una buena MCH, y no será suficiente que ésta sea sostenible, sino que se necesitan otros elementos claves como un buen manejo del sistema y un buen esquema de tarifas, ofreciendo ventajas a los pequeños empresarios para invertir en pequeños negocios. Éstos pueden ser de diferente índole: trasformación de productos, servicios locales o pequeños servicios de venta de comida y preservación de productos.

Figura 3. Diagrama de consumo de la central MCH de 60 kW de Conchán, Perú.

Conchán es una población peruana de 170 familias.

La promoción de usos productivos conviene hacerla teniendo en cuenta las capacidades internas, pero también el mercado interno y externo.

Generalmente el mercado interno consiste en las demandas de pequeños servicios como, soldadura, carpintería, afilado de herramientas, y otros que de no tener energía serán obtenidos fuera del centro poblado a un mayor costo, su demanda es muy simple de detectarla, y será siempre pequeña, mientras que el mercado externo será siempre complicado y necesita de serios estudios de viabilidad para cualquier producto que se desea colocarlo en este.

Asimismo, es necesario decir que las experiencias más interesantes de usos productivos se han dado en casos donde los inversionistas son pequeños empresarios rurales y que lo hacen en forma privada.

Aunque no se descartan las iniciativas comunales, estas requieren trabajos muy importantes de organización y mucha capacitación sobre el uso del mercado.

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