Sistemas de Ventilación de Conducciones de Saneamiento

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Los sistemas de ventilación pueden dividirse en ventilación natural y forzada.

La ventilación natural puede ser:

Chimeneas de tiro, desembocando sobre tejados de los edificios.

Uso de tubos de bajada de aguas pluviales como tubos de ventilación. Este sistema no es muy recomendable porque puede crear problemas de mal olor al vecindario y también, problemas de servidumbre.

La mejor solución es la libre comunicación de la alcantarilla con el exterior por medio de registros de acceso. Si hiciese falta, se colocarían algunos de ventilación, previo estudio de su emplazamiento.

La ventilación forzada mediante extractores de aire en los puntos altos del sistema es una buena solución, pero su elevado coste de explotación o instalación no lo hacen aconsejable.

En algunos casos se deben eliminar los gases antes de proceder a la limpieza y conservación. Para ello se usarán desgasificadores compuestos de un grupo ventilador, motor propulsor, tuberías flexibles y rígidas, cabezal flotante de aspiración y tubo desmontable para soplar.

Aún habiendo usado estos sistemas, en casos dudosos los trabajadores deberán usar máscaras protectoras. Para evitar explosiones o inhalación de gases venenosos, es conveniente que los obreros empleen lámparas de comprobación.

Las zonas peligrosas de las redes suelen ser los ramales que sirven a garajes, estaciones de servicio o establecimientos industriales o sanitarios, pues pueden dar lugar a la introducción de dichos gases explosivos o venenosos.

Sistemas de Ventilación de Conducciones de Saneamiento

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