Tipologías de Jácenas

En cualquier jácena sometida a acciones o cargas verticales, sus fibras superiores se comprimen y las inferiores se ven sometidas a tracción. Estos esfuerzos son inseparables, cuando se produce uno, viene acompañado por el otro.

Ésto significa que el hormigón existente entre las fibras lo único que hace es vincularlas. A mayor distancia entre ellas, mayor será el momento flector absorbido. Recordemos que a mayor altura o canto, habrá mayor momento de inercia de la sección.

El encofrado de las jácenas puede ser metálico o de madera, y es ejecutado en la edificación por criterio de economía; su sección es siempre rectangular.

Otra forma elegida complicaría el armado u encofrado encareciendo la obra.

No existen muchas opciones al respecto, o se colocan las barras en posición vertical u horizontal. De ello obtendremos jácenas de canto o planas, respectivamente.

Jácenas de Canto

Las jácenas de canto presentan un gran momento de inercia. La distancia de la fibra neutra a la armadura es mucho mayor que en una jácena plana. Por lo que , a iguales cargas, nudos y longitudes, se necesita menos armadura longitudinal, con una menor deformación.

Esta tipología de jácenas tiene el inconveniente de tener que incrementar la altura entre forjados.

Las Ordenanzas Municipales y ciertas normas urbanísticas al referirse a parámetros de altura reguladora máxima del edifico y alturas mínimas de las plantas, exigen adoptar soluciones estructurales mediante jácenas planas, para no superar dichos topes establecidos por norma.

Dentro de esta tipología existe la Jácena Pared; es una jácena con una base reducida, aumentando mucho su altura. Posee gran inercia ante cargas verticales, pero mínima frente a las horizontales.

Por lo general se aplica en cajas de escaleras, en apeos de las paredes de carga (de fábrica de ladrillo) o como barandillas de puentes, vinculadas al forjado.

En jácenas de canto, las ramas de los cercos y estribos son más prolongadas que en las planas frente a esfuerzos cortantes, por ello, en comparación, la armadura transversal es menor.

Jácenas Planas

Las jácenas planas tienen el inconveniente de su excesiva deformación por lo que producen flechas notables. Aunque aumentemos la base de la sección, la ganancia en momento de inercia es realmente pequeña.

Estructuralmente no es un tipo adecuado, pero tienen la ventaja de que al ser incorporadas al grueso del forjado, se consiguen techos lisos, sin resaltes, facilitando el paso de instalaciones y una libertad mucho mayor en las distribuciones interiores.

Jácenas Especiales

  • En Forma de T e I (doble T)

Este tipo es una solución intermedia entre las planas y las de canto.

Esta jácena aprovecha al máximo las características resistentes de las jácenas de canto, con su canto reducido. Su brazo horizontal, al disponer mayor volumen de hormigón, absorbe una mayor compresión; por ello en ocasiones se habla de la cabeza de compresión.

Al estar sometida la barra a fuertes compresiones, tanto superiores como inferiores, se utilizan jácenas Doble T. El brazo vertical se denomina alma, su misión es solo de unión entre las fibras comprimidas y las traccionadas.

Con la unión de dos o más jácenas de doble T, se obtiene otra que forma celdas o cajones, de gran resistencia a las cargas descentradas a un lado de la sección, las que provocan el momento torsor. Estas jácenas, tal como las de inercia variable, resultan más económicas pero complican el encofrado, y por ello sólo se aconsejan cuando se realizan en forma industrializada.

  • De Inercia Variable

Las jácenas de inercia variable poseen distintos cantos. Vemos que si deseamos conseguir una jácena más económica, desde el punto de vista de la cantidad de acero y volumen de hormigón, la solución es fabricar una jácena que posea la inercia necesaria para cada sección. Es decir, cuando la forma de la viga es lo más parecida posible al diagrama de momentos flectores, menos cantidad de hormigón y acero se emplearán para resistir las acciones.

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