La Coordinación Dimensional: Libro de Estilo
De Construmatica
Revisión del 20:56 23 feb 2010 de imported>Andrea Meglio
Nota: Este artículo ha sido creado gracias al Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITeC) en el marco del Programa de Afiliados de la Construpedia. El contenido pertenece a la publicación "Proyectar la Arquitectura desde la Coordinación Dimensional". Ver todos los artículos de "Proyectar la Arquitectura desde la Coordinación Dimensional" en la Construpedia.
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Un libro de estilo de la coordinación dimensional sería un código que recopilase
buenas prácticas o recursos de proyecto contrastados para hacer frente a los
problemas reales de las obras actuales. Vamos a iniciar uno, cuyo principio
recogeremos en los párrafos siguientes.
Las dimensiones
Siempre hay que indicar expresamente en los planos las dimensiones de cada elemento constructivo que son funcionalmente críticas; igualmente, hay que explicitar las que no lo son y que, por lo tanto, pueden actuar como absorbentes de errores y tolerancias del resto de la obra.
El recurso de los tapajuntas
Las uniones puntuales de algunos elementos constructivos (intrusivos) con los cerramientos y revestimientos no siempre se pueden resolver fácilmente y de forma satisfactoria. Algunas geometrías de entrega son especialmente difíciles de lograr con algunos materiales y con las herramientas de corte de las que se dispone normalmente a pie de obra. Consecuentemente, un recurso habitual es ocultar las imperfecciones de las uniones realizadas utilizando unas piezas especiales sobrepuestas (tapetas, tapajuntas, etc.)
La fachada perfectible
Una fachada bien coordinada dimensionalmente debe también ser flexible para permitir, de una manera sencilla que facilite resultados óptimos, realizar cambios, adiciones, mejoras, sustituciones, intercambios, etc. (barandillas, cerramiento de balcones, protecciones solares, lavaderos, etc.) en sus elementos para mejorar las prestaciones y adaptarlos al usuario.
La terraza contenedor
En los edificios de terraza continua, la superficie exterior de esta llega a ser sobrante, de modo que forma un espacio donde se puede desplazar un trastero o una lavadero, como si fuese un contenedor. Es a menudo el modo más fácil de ajustar estos locales al conjunto de la vivienda.
La superposición
Podemos afirmar que la posición de cualquier elemento constructivo respecto a los demás elementos del edificio ofrece tres posibilidades: integrada, superpuesta o independiente.
La superposición siempre permite coordinar los elementos entre sí con una cierta independencia, cosa que facilita la aplicación de la coordinación dimensional.
En la fotografía inferior, se puede observar cómo se superponen el despiece del cerramiento (bloque de mortero) y el despiece del revestimiento (placas de piedra). El esfuerzo de coordinación entre ambos despieces es innecesario, porque el sistema de fijación del revestimiento sobre el cerramiento mediante cemento-cola los hace independientes.
El espesor de la junta
Un recurso muy útil en relación con la coordinación dimensional es el reparto simultáneo de piezas y del espesor de las juntas entre piezas. De esta manera, se puede lograr en una tramada, gracias al espesor variable de la junta, un número entero de piezas y, a la vez, absorber las pequeñas diferencias que puedan surgir en lugares puntuales de la obra.
A veces, el aire puede ser la mejor junta de coordinación dimensional. La independencia total entre elementos constructivos confrontados permite absorber en la junta de aire variaciones importantes de posición, forma o dimensión.
En la imagen de abajo, se puede ver la utilización del espesor de las juntas entre
placas para coordinar, por una parte, el despiece del revestimiento y, por la otra,
el propio revestimiento con las dimensiones de las aberturas de fachada.
Orden superior
Esta estrategia de coordinación dimensional permite simplificar la convivencia de pequeños elementos distintos unificándolos en uno solo, de grado superior y con reglas propias. Es el caso, por ejemplo, de los grandes elementos de protección solar de fachada que comprenden más de una ventana, de la agrupación de aberturas formando un conjunto superior o de las grandes rejas de ventilación que esconden más de una salida posterior de aire.
Sumar es más fácil que restar
Cuando hay que prever espacios, reservar pasos, etc. en un elemento constructivo para insertar posteriormente en ellos otros subelementos (aberturas, paso de instalaciones, etc.), es preferible sobredimensionar un poco estos ámbitos que quedarnos cortos. En construcción, siempre es más fácil rellenar un espacio sobrante con un material sellador que quitar el exceso de material que supone un obstáculo para la inserción.
En relación con las aberturas
Merece la pena dibujar siempre las dos caras de las carpinterías, complementándolas, incluso, con las secciones verticales y horizontales, representadas siempre en relación con la geometría de la fachada que las contiene y de la abertura en la que se insertan: dibujar es prever.
Las protecciones solares, si se colocan exentas, pueden desempeñar un útil papel de coordinación dimensional dentro de la fachada. Al margen de las estrictas y concretas dimensiones de las carpinterías que protegen, esta superposición de órdenes permite una mayor flexibilidad dimensional en lo que se refiere a la disposición de las aberturas.
En relación con los revestimientos
Desde un punto de vista estético, los mejores lugares para absorber las tolerancias y ajustes de los revestimientos (pavimentos, paramentos o forjados) se situarían detrás de las puertas o del equipamiento fijo.
Epílogo
Este libro de estilo podría completarse progresivamente con muchos otros consejos y pautas, los que cada proyectista descubriese y cuya incorporación considerase interesante, como si se tratase de un libro personal de recetas de buenas prácticas que facilitan el ejercicio de la coordinación dimensional.