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Nota: Este artículo ha sido creado gracias a Ingeniería Sin Fronteras en el marco del Programa de Afiliados de la Construpedia. El contenido pertenece a la publicación Tecnologías y Materiales de Construcción Para el Desarrollo (Cladera, A., Etxeberria, M., Schiess, I., Pérez, A.).
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Se define Proceso Constructivo al conjunto de fases, sucesivas o solapadas en el tiempo, necesarias para la materialización de un edificio o de una infraestructura. Si bien el proceso constructivo es singular para cada una de las obras que se pueda concebir, si existen algunos pasos comunes que siempre se deben realizar.
El paso previo al proceso constructivo consiste en asignar la obra a un constructor o a un grupo de personas, una comunidad por ejemplo, estableciendo todos los documentos necesarios para que durante el proceso constructivo no surjan dudas respecto a las calidades, los plazos o las condiciones administrativas. Es preciso destacar que la actividad de la construcción es, con frecuencia, una fuente de conflictos entre los diferentes agentes que intervienen y que, por tanto, es necesario plasmar por escrito cualquier relación contractual que tenga lugar durante este proceso. Este hecho se refleja en el que en uno de los primeros códigos de leyes escritas de la historia de la humanidad, el código de Hammurabi creado en el 1692 a.C., ya se contemplaban una serie de castigos muy severos aplicables al constructor de una casa, que por sus vicios de construcción, se derrumbara o tuviera otro tipo de problemas.
Si la obra es de pequeña entidad y va a ser realizada directamente por los beneficiarios o por la ONG, puede iniciarse la construcción una vez que el proyecto constructivo está acabado. Sin embargo, en caso de que la obra vaya a ser adjudicada a una empresa constructora, es habitual lanzar un concurso, o petición de ofertas, abierto a empresas constructoras o restringido a un grupo previamente seleccionado. Generalmente, la legislación nacional de cada país establecerá cuando la petición debe ser privada o pública ya sea a nivel local, regional o nacional, en función de la naturaleza de la obra y de su montante económico. Una vez estudiadas las diferentes ofertas realizadas por las empresas constructoras, la obra se adjudica a la oferta que presenta una mejor combinación de características técnicas y económicas.
A continuación se trataran los aspectos claves del proceso constructivo, sin entrar en detalles técnicos complejos. Al fin y al cabo, una obra en un país en desarrollo y una en un país del norte tienen muchas más similitudes que diferencias, por lo que sólo se comentaran aquellos aspectos que se consideran esenciales y que pueden presentar algunas particularidades. Por ejemplo, se discutirá el papel de los diferentes actores que intervienen en una obra dentro de un proyecto de Cooperación al Desarrollo y la importancia de los aspectos ligados a la seguridad y salud en la obra. También se analizan las fases de la planificación, el replanteo, el seguimiento de los trabajos y la recepción final de la obra.
Actores
En todo proceso constructivo intervienen diversos Actores. En el campo de la cooperación al desarrollo es común que la ONG promotora ocupe a la vez distintos roles durante la construcción. Sin embargo, teniendo en cuenta que la construcción es una herramienta y también un motor del desarrollo, sería conveniente utilizar los recursos locales que los países del sur disponen: empresas constructoras, empresas consultoras, mano de obra especializada y no especializada, personal técnico, proveedores, etc.
El Promotor
El Promotor es la persona física o jurídica, sociedad, administración, colectividad, ONG, etc. que crea el proyecto y decide ejecutar la obra, tomando las decisiones finales de las soluciones técnicas y asegurando el financiamiento. Para ello debe poseer los fondos necesarios para la construcción de la obra, ya sean propios o de un organismo donante. Además, el promotor debe procurar el terreno o el espacio necesario para la creación del edificio o infraestructura.
En general, en proyectos de cooperación al desarrollo, el terreno suele ser facilitado por la comunidad beneficiaria, ya sea de personas físicas a título personal, o de administraciones locales: ayuntamientos, gobiernos, etc. Evidentemente, será necesario disponer de un certificado de la administración correspondiente o las escrituras en caso de ser privado antes de empezar el trabajo.
El promotor también será el encargado de solicitar las autorizaciones administrativas para la obra, contando para ello con la ayuda del director de obra si es preciso. En muchos países en vías al desarrollo, en caso de iniciarse la construcción de una infraestructura, resulta frecuente que se pueda solicitar una exención de impuestos al venir el dinero de un donante extranjero. Corresponde al promotor iniciar estos trámites.
El Autor del Proyecto y el Director de la Obra
Persona física o jurídica, ingeniero, arquitecto, empresa consultora, ONG, etc. que posee todos los conocimientos para concebir (autor del proyecto) y hacer ejecutar el proyecto (director de obra). Si bien estos dos papeles pueden ser realizados por actores distintos, es bastante habitual que los dos trabajos recaigan sobre la misma persona o empresa. Sus funciones son:
- Verifican que los requisitos dados por el promotor son realizables.
- Verifica que la obra es compatible con el terreno previsto (técnicamente y administrativamente).
- Es el responsable de la adecuación entre el presupuesto y el coste real de la obra
- Realiza el proyecto constructivo.
- Estudia, junto al promotor, las ofertas de las diferentes empresas constructoras.
- Dirige los trabajos de la construcción en función de la reglamentación vigente, el respeto al presupuesto y la planificación propuesta, respetando las fechas límites dadas e informando de forma continua al promotor.
- Controla la uniformidad de la construcción con el proyecto.
- Asegura la calidad y la cantidad de los materiales.
- Asiste al promotor de la obra en las operaciones de certificación mensual y recepción.
La Empresa Constructora
Asume la ejecución de los trabajos de construcción propiamente dichos, ya sea mediante medios propios o subcontratado determinadas partidas (por ejemplo, el ferrallado o la construcción de los encofrados).
La Empresa Constructora debe tener personal técnico cualificado en función de la magnitud de la obra. En general, al responsable de la obra en cuestión por parte de la empresa constructora se le denomina jefe de obra, y debe ser una persona de perfil técnico (ingeniero civil, aparejador, arquitecto o similar). Además del jefe de obra, la figura del encargado es esencial en la obra. El encargado es la persona con más contacto directo con los trabajadores y, por tanto, es el primer supervisor de los trabajos.
La empresa constructora también contratará a los peones, albañiles, ferrallas, encofradores, etc. o, como ya se ha comentado, subcontratará determinadas labores a empresas especializadas. Es también la responsable de la compra de los materiales a través de proveedores.
El trabajo de la empresa constructora será siempre supervisado por el director de la obra.
Los Beneficiarios
Los beneficiarios, agrupados en comisiones u organizados en forma de asociación, pueden y deben formar parte de los proyectos de cooperación al desarrollo en los que la construcción juega un papel importante. En general, los beneficiarios pueden desempeñar tres actividades:
- Mano de obra no especializada. Organizados mediante una "comisión de aportación local" se les puede solicitar su colaboración para realizar trabajos no cualificados de forma rotatoria: peones de obra, excavaciones, drenajes superficiales, limpieza de accesos, etc.
- Mano de obra en pequeñas construcciones. En construcciones de pequeña entidad, como por ejemplo en programas de letrinas, se puede incluir una formación de los beneficiarios para la construcción de las letrinas.
- Comités de seguimiento. Se pueden constituir distintas comisiones, entre los miembros más capacitados de los beneficiarios, para que en nombre del "promotor" (normalmente la ONG responsable del proyecto) lleven a cabo el seguimiento financiero y de los trabajos de la obra, asesorados cuando sea necesario por el director de la obra.
La Organización No Gubernamental
La ONG asume, como ya se ha comentado anteriormente, uno o múltiples papeles dentro de la construcción. En general, en proyectos de cooperación al desarrollo, será la ONG contraparte la que los asumirá directamente y que rendirá cuentas a la ONG del norte. En determinados proyectos, en caso de que el presupuesto de la construcción sea muy elevado, la ONG del norte puede disponer de personal expatriado para dirigir los trabajos como si se tratase del promotor.
Muchas construcciones son desarrolladas totalmente por las ONGs, aunque sería necesario matizar que el desarrollo de cualquier país, y por lo tanto de cualquier comunidad, pasa por el desarrollo de su sector productivo y, por tanto, la promoción del sector de la construcción es de vital importancia, tanto a nivel de las empresas constructoras como de las empresas de dirección de obras o consultoras.
Por este motivo, salvo en proyectos de pequeña magnitud en los que la construcción sea desarrollada íntegramente por la comunidad de beneficiarios, se debería priorizar la participación de empresas locales constructoras y consultoras para la ejecución y supervisión de los trabajos.
El Organismo Donante
El Organismo Donante juega un papel indirecto pero importante dentro de los proyectos de cooperación al desarrollo en los que la construcción tiene un peso importante.
El donante tiene que ser consciente de la importancia de la calidad en la construcción, y de la estrecha relación entre calidad y durabilidad, a la hora de aprobar un presupuesto. Sin lugar a dudas, la obra más barata a corto plazo acostumbra a ser la más cara si se examina el ciclo de vida completo de la infraestructura.
Además el organismo donante debe interiorizar la importancia de los aspectos ligados a la seguridad y salud en el sector de la construcción, y debe exigir la elaboración de estudios y planes de seguridad y salud en la obra. La seguridad tiene un precio a corto plazo, que el donante debe asumir y exigir. En nuestra opinión, los organismos donantes deberían ser mucho más exigentes en este aspecto de lo que lo son en la actualidad, negándose a financiar proyectos en los que no se presupuesta una partida específica para seguridad en caso de que el proyecto tenga actividades de construcción.
Plan de Obra
Antes del inicio de la construcción es necesario establecer una planificación de la obra realista. En general, una primera planificación se encuentra en el proyecto constructivo, aunque esta debe ser repensada de nuevo por las empresas constructoras que se presentan al concurso para la construcción.
En el contrato establecido entre el promotor y la empresa ejecutora de las obras debe figurar de forma explícita la planificación de la obra, con las fechas límites que la empresa constructora se compromete a respetar. También se establece un sistema de penalizaciones en caso de incumplimiento por parte de éste.
Condicionantes al Plan de Obra
El número de condicionantes existentes a la hora de establecer el plan de obra es muy elevado y, en general, serán específicos de cada construcción y de cada contexto específico. Sin embargo, es posible establecer unos puntos comunes que en cualquier caso se deberían siempre tener en cuenta en cualquier proyecto de construcción vinculado a la cooperación al desarrollo:
Excavación manual en roca para la construcción de una zapata de hormigón de un puente. Si bien se había previsto realizarlo con un compresor para agilizar la excavación ya que la estación de lluvias se acercaba rápidamente, tuvo que cambiarse la planificación ya que el único compresor en alquiler de la zona estaba averiado.
- Climatología: la climatología será un aspecto esencial en la mayoría de los proyectos a desarrollar en países en vías al desarrollo ya que, con frecuencia, estos se sitúan en zonas tropicales en los que existe una estación de lluvias abundantes. Durante la estación de lluvias determinados trabajos se convierten en imposibles, como por ejemplo los que invaden el cauce de un río, pero son innumerables los trabajos que se ralentizan si no se prevén con antelación. Por ejemplo, la compra de ladrillos locales es muchas veces imposible durante la época de lluvia en muchos países, ya que los stocks son muy pequeños y la producción se paraliza unos meses al año. Por tanto, es imprescindible conocer las características pluviométricas para hacer la planificación, ya sea a partir de las estadísticas de los observatorios cercanos o a través de los conocimientos de la gente del lugar.
- Actividades económicas locales. En caso de contar con el trabajo voluntario de la población beneficiaria es completamente imprescindible considerar el calendario de las actividades agrarias. Durante los periodos de siembra y recolección resultará muy difícil disponer de personas que puedan trabajar sin remuneración, ya que, en caso de contar con campos propios, su cosecha en los siguientes años dependerá del trabajo realizado durante esos días. Además, las personas que no son propietarias de campos, utilizan esta época del año para trabajar en los campos de las familias terratenientes para tener algunos ingresos económicos.
- Logística. Los tiempos necesarios para la compra de determinados productos o alquiler de maquinaria específica pueden ser totalmente distintos en diferentes zonas del mismo país. Algunos productos de importación (como por ejemplo neoprenos zunchados para el apoyo de vigas de puente) pueden ser muy difíciles de conseguir, sino prácticamente imposibles, por lo que o bien se debe considerar estos plazos muy largos en la planificación o bien, aún mejor, se deben buscar opciones alternativas que eviten la utilización de estos productos. Otros elementos constructivos de fabricación local, como por ejemplo los ladrillos, pueden estar disponibles a un ritmo determinado que no podemos sobrepasar. El alquiler de maquinaría, que sería indispensable para algunos trabajos en nuestro país, puede ser muy dificultosa en algunas zonas por lo que hay que pensar alternativas. En cualquier caso, como ya se había comentado anteriormente, conviene pensar en los procesos que maximicen la mano de obra y minimicen la maquinaría.
La seguridad y salud en el trabajo deberá ser siempre un factor principal a tener en cuenta durante la planificación. Los principios básicos se exponen más adelante dentro de este módulo.
El Seguimiento de la Planificación
Una vez se ha realizado la planificación de la obra, es preciso organizar los tajos para cumplir la planificación e ir haciendo las correcciones oportunas.
Para ello, disponer de una representación gráfica clara del Plan de Obra, en la que se señale claramente los puntos críticos, es una herramienta muy importante. El jefe de obra debe ser el responsable de la planificación, si bien ésta será siempre discutida con el director de la obra en representación del promotor o incluso con este último.
Para poder cumplir una planificación será necesario estudiar bien, con detalle, los diferentes procesos a ejecutar y los trabajos que son posibles llevar al mismo tiempo. El número total de operarios y de máquinas debe ser adaptado a cada momento de la obra y se deben contrastar con frecuencia la producción con el consumo de recursos. Los rendimientos en muchos casos serán muy diferentes en las obras en los países en vías al desarrollo que en las obras en los países norte, ya que la maquinaría disponible y la formación de los trabajadores es muy diferente.
Con una periodicidad fijada de antemano, el constructor deberá elaborar informes en los que se expresen las posibles desviaciones respecto la planificación previa y proponiendo las vías y medios que permitan corregirlas. Estos informes servirán para tomar decisiones conjuntas entre la empresa constructora y la dirección de la obra.
El Replanteo, el Seguimiento de los Trabajos y la Recepción
Replanteo
El Replanteo consiste en plasmar en el terreno detalles representados en planos, como por ejemplo el lugar donde colocar los pilares a nivel de la cimentación, anteriormente dibujados en planos. El replanteo es un acto muy importante dentro del proceso constructivo, ya que es un paso clave para luego proceder con la realización de la obra.
De hecho, es habitual en la construcción llevar a cabo un acta de replanteo e inicio de la obra, que en España por ejemplo, constituye un documento obligatorio. En este documento el constructor, el director de obra y el promotor hacen constar que se dispone del proyecto de ejecución correspondiente a la licencia de obras; se nombra al jefe de obras y se manifiesta que el constructor ha realizado el replanteo del perímetro de la edificación/infraestructura proyectada y que resulta ajustado a las características del solar, por lo que se da inicio a los trabajos contratados para los que existe un plan de seguridad y salud.
En obras de pequeña magnitud, como en programas de viviendas o letrinas, el replanteo propiamente dicho suele ejecutarse con la ayuda de cinta métrica y cuerdas, fijando con antelación algunos puntos clave con la ayuda del topógrafo si es necesario. En proyectos más complejos, como la construcción de un hospital o un puente, el replanteo es realizado por el topógrafo.
Seguimiento de los Trabajos
Durante la realización de los trabajos es la responsabilidad directa del jefe de obra que estos se hagan según el proyecto acordado y según las calidades definidas en el pliego de condiciones. A final de cada mes el constructor realiza las certificaciones de obra, un documento por el que manifiesta los trabajos desarrollados en el mes en función de las partidas previstas en el presupuesto para que estas sean pagadas por el promotor.
El director de obra deberá supervisar el desarrollo de los trabajos mediante frecuentes visitas a obras y podrá adoptar cambios en distribución y estructura si son necesarios. Las modificaciones sustanciales del proyecto serán autorizadas por el promotor. Cada mes el director de obra deberá conformar las certificaciones elaboradas por el constructor para su posterior envío al promotor.
Durante las visitas de obras el director rellenará el libro de órdenes. La responsabilidad de llevar el libro de forma correcta es del constructor. En este libro, en el que las hojas deben estar numeradas en duplicado o incluso cuadruplicado, el constructor, el director u otros profesionales o asesores efectuaran las anotaciones correspondientes a sus respectivas funciones. Una copia quedará para el director de obra, otra para el promotor, otra para el constructor y la obra.
En caso de que se trate de una obra con estructura de hormigón armado, el director de obra deberá verificar las estructuras antes de su hormigonado.
Para facilitar el trabajo, en la obra se deberá disponer de un archivo con los documentos debidamente encuadernados y ordenados del proyecto, especificaciones técnicas, reglamentos, etc.
Recepción
La Recepción es una operación importante y oficial en la que la obra se anuncia como acabada. Tiene lugar después de un examen en profundidad del estado de la construcción y se procede a la recepción definitiva o bien, en caso de que falten determinados acabados, se fija un nuevo plazo para la realización de estos trabajos.
Por contrato, la empresa constructora se habrá comprometido previamente a respetar el pliego de condiciones técnicas y unos plazos de ejecución. En caso de que no se haya respectado el plazo previsto, o que sean precisas modificaciones debidas a un trabajo incorrecto fuera del pliego dado, todos los trabajos posteriores deberán ser a cuenta del constructor.
Durante este acto se firma el acta de recepción de obra. En ésta se especifica que, los diferentes actores del proceso, y en especial el promotor y el constructor, hacen constar que la obra se ha finalizado en una fecha dada y por un coste final determinado. El constructor hace entrega al promotor de la obra señalada con todas las instalaciones y elementos que le son propios y el promotor declara que recibe la obra terminada y a su satisfacción o que recibe la obra a reserva de la debida subsanación de algunos defectos que deberán subsanarse en un plazo determinado.
La recepción final de los trabajos acostumbra a ser, en los proyectos de cooperación al desarrollo, una excusa para celebrar el trabajo realizado durante toda la duración de la obra. Por este motivo, organizar algún acto en ambiente festivo ayuda a disolver los pequeños o grandes conflictos que hayan surgido durante el proceso constructivo y, por tanto, a coger fuerzas para futuros proyectos comunes.
Seguridad y Salud
La seguridad y salud en la obra es un concepto prácticamente inexistente en muchos países en vías al desarrollo. En cualquier obra es posible encontrar a los operarios con sandalias, sin ropa de trabajo y sin medios de protección colectiva que impidan, por ejemplo, caídas en altura.
Desde las ONGs, con el apoyo de los organismos donantes, se debe evitar caer en la trampa de "aquí se construye así y esto son prácticas normales". La correcta práctica de medidas de seguridad y salud en la obra va ligada a un cambio cultural de los operarios y empresarios locales, por lo que el camino por recorrer es largo, así que es preciso empezar actuar en cuanto antes.
La seguridad y salud debe formar parte de un proyecto desde su arranque. Elaborar planes de seguridad y proporcionar elementos de seguridad colectiva e individual tiene un coste, por lo que si este coste no está contemplado en el proyecto será imposible hacer cumplir ciertas medidas a la empresa constructora. No es posible establecer un porcentaje general del presupuesto de seguridad y salud respecto al presupuesto total de ejecución de una obra, ya que este dependerá de la naturaleza de la construcción, del proceso constructivo y del volumen total de la obra. Sin embargo, a modo de ejemplo, se podría decir que este porcentaje oscila entre un 1 y un 3% en la practica constructiva española (a mayor volumen de obra menor porcentaje).
Además de los aspectos más evidentes de seguridad, también se deberá prever en este capítulo la creación o habilitación de vestuarios, servicios higiénicos y zona de comedor para los trabajadores.
Principios de la Acción Preventiva
Se debe exigir, en primera instancia, que cualquier actuación pase por evitar los riesgos. En principio podría parecer una obviedad, sin embargo lejos está de serlo (Anduiza 2001). Para ello no se deben adoptar buenas medidas de seguridad sino eliminar el riesgo, incidiendo de forma adecuada sobre la organización, el método de trabajo y la selección del personal. Es a todas luces la prevención más auténtica y la más barata. Un ejemplo de esta prevención sería evitar la caída masiva de materiales sobre trabajadores separando debidamente las áreas de izado de materiales y las áreas de acceso de los operarios.
Cuando no se puedan evitar los riesgos habrá que evaluar su importancia a efectos de combatirlos en su origen. Para ello es absolutamente necesario conocer en profundidad el proceso productivo que se analiza, pues conociendo la actuación se puede conseguir anular completamente el riesgo o minimizarlo al máximo.
Cuando las medidas preventivas no consiguen neutralizar el riesgo hay que adoptar medidas de protección. En tal caso se requiere adoptar medidas que antepongan la protección colectiva sobre la individual. A modo de ejemplo, para evitar caídas es más útil instalar barandillas perimetrales a la zona de trabajo que dotar de arnés anticaídas a todos los trabajadores.
Sólo en el caso de que la protección colectiva no fuera posible se optará por la protección individual.
Evaluación de Riesgos
Resulta evidente que en toda actividad de la construcción hay siempre algunos tipos de riesgos que habrá que controlar ya que es imposible anularlos por completo. Por ello, durante el proyecto constructivo, y antes de iniciar el proceso constructivo, es necesario llevar a cabo una evaluación inicial de riesgos.
Toda evaluación de riesgos deberá estar documentada, conteniendo, como mínimo, los siguientes datos (Anduiza, 2001):
- Identificación del puesto de trabajo.
- Riesgos existentes en cada uno de los puestos de trabajo y relación de trabajadores afectados por los mismos.
- Resultado de la evaluación y de las medidas preventivas procedentes.
A modo de ejemplo, si se trata de excavar en el terreno con pico y pala, es evidente que uno de los riesgos es el golpeo de un pie, propio o de un compañero de trabajo. La formación de los trabajadores sobre la distancia entre uno y otro al excavar y la utilización de calzado de seguridad disminuirá el riesgo.
Esta evaluación se deberá actualizar si cambia alguno de los supuestos previstos inicialmente. Es importante que estas actuaciones se consideren integradas como propias del proceso productivo, como una actividad más, y que deberá a afectar a todos los actores del proceso constructivo. En ningún caso está evaluación de riesgos debe considerarse como un fin o como una imposición burocrática, sino que es una herramienta más de la gestión de la obra.
Participación y Formación de los Trabajadores
Los trabajadores han de ser consultados a fin de que tengan una participación activa en el proceso de detección de riesgos, de tal manera que se impulse la elaboración de propuestas concretas que mejoren la aplicabilidad de las medidas previstas. Por muy fantásticas que puedan parecernos las medidas, si ellas no cuentan con la comprensión y aprobación por parte de los trabajadores, las medidas o bien no serán aplicadas o bien no se aplicarán correctamente, por lo que los riesgos seguirán existiendo.
Además, será muy importante establecer sesiones de formación de los trabajadores relativas a la seguridad y salud. En los países en vías al desarrollo, en los que todavía no se habla de forma habitual de esta temática, resulta imprescindible realizar formación a los trabajadores si se desea realmente prevenir los riesgos laborales y no solamente cubrir un expediente burocrático.
En proyectos de cooperación al desarrollo dónde las actividades de construcción tengan un peso relativo importante, podría llegar a plantearse la formación en materia de seguridad y salud como una actividad del proyecto. En cualquier caso, para realizar estas formaciones será necesario incluirlas en el presupuesto del proyecto y éste ser aprobado por el donante.
Protecciones Colectivas
Las Protecciones Colectivas son aquellas diseñadas para proteger a todo el personal de la obra o a un grupo numeroso. Sin olvidar la importancia de los medios de Protección Personal necesarios para la prevención de riesgos que no pueden ser eliminados mediante la adopción de protecciones de ámbito general, se preverá la adopción de protecciones colectivas en todas las fases de la obra, que pueden servir para eliminar o reducir riesgos de los trabajos. Se contemplan los medios de protección colectiva durante los trabajos con la amplitud necesaria para una actuación eficaz, ampliando el concepto de protección colectiva más allá de lo que específicamente puede ser considerado como tal. Además de medios de protección, como puede ser una red que evita caídas, se prestará atención a otros aspectos, como una iluminación adecuada, una señalización eficaz, una limpieza suficiente de la obra, que sin ser medios específicos de protección colectiva, tienen su importancia en cuanto que con la atención debida de los mismos, se mejora el grado de seguridad al reducirse los riesgos.
En general se consideran protecciones colectivas, entre otras muchas:
- Balizamiento y señalización de la obra.
- Limpieza de la obra.
- Barandillas con rodapiés para evitar caídas de altura en todos los huecos y bordes al vacío situados a una altura superior a dos metros.
- Contactos eléctricos. Con independencia de los métodos individuales de protección, se instalarán relés magnetotérmicos, interruptores diferenciales o cualquier otro dispositivo que en caso de alteraciones en la instalación eléctrica produzcan el corte de suministro eléctrico.
- Cierre de seguridad en los ganchos de los mecanismos de elevación para evitar la caída de cargas suspendidas.
Protecciones Personales
Las protecciones personales se determinarán para cada uno de los puestos de trabajo existentes en la obra. El trabajador deberá conocer los riesgos que su trabajo conlleva y el porqué de las medidas de protecciones personales y colectivas.
A continuación se relacionan las principales prendas y equipos de protección personal de utilización en las obras:
- Casco de seguridad no metálico.
- Calzado de seguridad provisto de puntera metálica para protección de los dedos de los pies y suela de seguridad para protección de las plantas contra pinchazos.
- Protector auditivo.
- Guantes de seguridad.
- Cinturones de seguridad, en caso de que el trabajador deba sostenerse a un punto de anclaje anulando la posibilidad de caída libre.
- Gafas de seguridad.
- Mascarilla antipolvo.
- Bota impermeable.
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